(Texto de esta entrada escrito por Rut González y Jesús Plaza)
En conmemoración del "Día Internacional
de la lucha en contra de la violencia hacia la mujer", se celebró el pasado día 23 de noviembre la entrega de premios del certamen "25 de noviembre" convocado por el Ayuntamiento de Madrid, bajo el lema “el silencio es cómplice de la
violencia hacia las mujeres” donde todos los alumnos de 4 de la eso que
desearan participar podrían hacerlo, redactando un pequeño texto, poesía, rap…
con un máximo de 300 palabras.
Sofía Pu Quero, nuestra compañera, realizó una redacción sobre este tema llamada
“Crisantemos” la cual le llevó a ganar el 3º premio del concurso.
¡Enhorabuena Sofía!
Aquí os dejamos su redacción para que podáis leerla:
Crisantemos
Todos los domingos voy
al Retiro con mi padre, nos gusta pasear, montar en las barquitas,
disfrutar del aire puro. Me compra un helado, me invita a pipas, otro helado,
más pipas… Eso sí, no intercambiamos
ninguna mirada, palabras las justas, miramos al suelo, nos come el silencio.
De repente me suena el móvil.
-Sí mamá, estoy bien. En el Retiro, dando una vuelta. Volveré pronto. ¿De cenar? Me da igual.
Besos, te quiero.
Papá me mira. Sonríe.
-¿Es ella verdad? ¿Qué quería?
-Sólo quería saber si estaba todo bien.
-Tu madre siempre preocupada por ti, ¿cómo no vas a estar
bien con tu padre? Debería confiar más en mí, es algo que nunca ha hecho y me
llena de rabia. Sigamos caminando.
Me pide que espere en el banco sin moverme un momento,
quiere saludar a un amigo, tardará poco. Espero y espero, tarda demasiado, se
me ocurre ir a casa, puesto que no está muy lejos. Le llamaré luego y le diré
que me aburría y estaba oscureciendo.
Camino, voy pensando en el examen de Ciencias Sociales, ¿me
lo sabré? Estoy nerviosa, dentro de mí tengo la sensación de que algo falla, la
oscuridad, no hay nada que odie más que caminar sola por un parque donde los
recuerdos me embargan. Papá no vuelve, siento un escalofrío que no puedo
controlar, las manos me sudan, aunque hace frío. He llamado a mamá para que
venga a buscarme y no me coge el teléfono. Sigo, llego. Ambulancias, policías,
gente mirando. Subo corriendo, con el móvil en la mano sin parar de temblar. Mi
casa está abierta, mamá no está.
Por eso hoy estoy aquí con las flores favoritas de mamá en
la mano, llorando y lamentando el silencio del que yo misma he sido cómplice
todos estos años.